Desde el comienzo de la Pandemia, cada día, hace más de 1 año, me siento en mi “nueva consulta”, “frente a mi computador o en plazas al aire libre”. Es así, que desde esta nueva forma de conectarme, he estado mirando, cada vez, con mayor fuerza, al igual que ven mis colegas, días tras días, en diferentes familias; cansancio, temor, enfermedades que aparecen y que no paran por el COVID, mucha fuerza, energía, muertes, dificultades de trabajo, temor a perder el trabajo, confusión, unión familiar, insomnio, amistad, mayor sensibilidad, irritabilidad, ansiedad…CANSANCIO.
Vemos, una gama de fuertes fuerzas emocionales, llenas de experiencias que van y vienen, como si nuestras vidas entraran a una licuadora cada cierto tiempo. Hoy hemos aprendido, que es importante “cuidar y cuidarnos”, pero caemos fácilmente en la confusión de cómo y cuánto exigir, en dónde y cuándo aflojar. Cómo organizar los tiempos…vemos que los meses pasan y en muchos, aparece una sensación, que no podremos cumplir lo que se debería hacer y… el tiempo sigue avanzando. Realmente, esto, no está siendo fácil para nadie. Como ya lo hemos vivido durante el confinamiento, debemos trabajar, estudiar, ayudar a nuestros hijos en sus aprendizajes. Debemos comer, hacer deporte, todo, en un solo lugar y no porque uno decida, sino para cuidarnos y cuidar a los demás. Hay días, en que se logra, pero otros, y en muchos casos, se está haciendo muy, muy pesado. Además, se hace más complicado, cuando a lo largo de nuestras vidas, hemos aprendido cómo sociedad, que lo importante es cumplir. Cumplir, “las etapas de la vida”, cumplir “los tiempos de la vida”. En la vida antes de la Pandemia, algunos hemos aprendido que existe, "UN RITMO YA PRE ESTABLECIDO", el cual no solemos cuestionar, “UN” RITMO DE LA VIDA.... Por ejemplo, "existe un tiempo para" dejar de dar pecho, cambiar al hijo o hija de pieza, sacar los pañales, caminar, aprender a sumar, leer, hacer amigos, ser deportista, leer libros, tener nuestro grupo, mantenerse en el peso, sÍ tienes la suerte, decidir una carrera, encontrar pareja, tener hijos, mantener un vida estable, pagar colegios, cumplir horarios, mantener buena salud, ahorrar para una pensión, incluso, lograr una jubilación decente para llegar, si tenemos la suerte, de ser un anciano o anciana, cuidado. A lo largo de la vida, ha existido mucha presión, a veces consciente, otras oculta. Tan oculta, que sin darnos cuenta, a veces agobia y cansa. Una vida que quizás presionaba pero que era conocida, tenía una línea segura, estable, “así era la vida”. Hoy, en pandemia, esta línea de la vida cambió. Lo que era seguro, ya no lo es. Hoy, más que nunca vemos que se repite en la mayoría y de manera transversal, que en la vida de muchos, no existe certidumbre, no sabemos desde la experiencia, que sucederá, y eso en muchos de nosotros puede provocar mayor confusión y abrumar. ¿Qué hacer? Al tener la suerte, de trabajar con niños y niñas de diferentes lugares y características, neurotípicos y neurodivergentes, he visto algo en común, que quizás nosotros mamás y papás debemos escuchar. Los niños, sea cual sea su característica hoy más que nunca, nos están diciendo y cada día más fuerte, con llantos, cansancio, desconexión, mal genio …. “¡Stop!” ¡Hoy no puedo de esta manera!” “Papá y mamá, hoy no puedo aprender, a dejar los pañales, a pesar que te dijeron que ya era hora”. “Hoy no puedo estar tan concentrado en las clases”. “Hoy debería saber qué estudiar, pero no puedo elegir”. “Hoy, no puedo…” Mamás, papás, quizás hoy es tiempo de aprender cómo cuidadores de nuestra infancia y adolescencia, algo muy importante: CADA UNO DEBE IR A UN RITMO, AVANZANDO, PERO CADA UNO A SU RITMO. Quizás es tiempo, ya por fin, de mirar a aquellos niños neurodivergentes, que nos hacen parar y reorganizarnos, en donde el TIEMPO DE LOGROS no existe. Ojo, no confundir, es importante llevar un ritmo, para que tengamos un cierto orden pero tal como muchos niños y niñas nos están mostrando con sus “desregulaciones” es que dejemos de centrarnos en la tarea, en la rigidez de los logros. Nos están invitando desde sus conductas, nos pausemos, respiremos y sigamos, veces más lento, a veces más rápido. Sigamos avanzando, sigamos con los desafíos, pero al ritmo de cada niño, niña, de cada familia, de cada sistema según las circunstancias de la vida. Les recomendamos leer este blog "Mi regalo es el tiempo", traducido al español luego de ser publicado originalmente en ingles, en este sitio web desmitificando el Autismo y las expectativas societales. Una mamá me dijo en sesión, “Ya lo veo, mis hijos están rabiosos y yo frustrada, porque no estoy conectando con ellos. Yo sólo exijo, pero no me detengo…Ahora lo veo, parece que debo, exigirles pero desde dónde están ellos, desde cómo se sienten o quieren. Nunca les digo que está ok enojarse, siempre estoy exigiendo. Incluso les exijo que no se enojen o rabeen”. La respuesta está en parar, mirar un poquito más hacia dentro y cambiar el ritmo…cambiar a nuestro ritmo, a su ritmo, al de cada cual. Un ritmo propio, con nuestros genes, temas, estilos, geografía, nuestras características. A simple vista, parece obvio, pero en la vida cotidiana se pierde y no es fácil llevarlo a cabo. ¿Nuevamente me pregunto, y qué hacemos entonces? Aquí van algunas ideas a considerar para cuando estemos confundidos, cansados, ansiosos.
Hoy en Pandemia, hay más llantos, menos capacidad de control de esfínter, más ansiedad e insomnio, por muchas variables de vida, pero muchas de ellas quizás tengan que ver con la necesidad de volver a mirar si sería bueno, volver a conectar, con los RITMOS PERSONALES, los ritmos de cada familia, de cada historia, de cada niño o niña, de cada adolescente. Recuerda, como dice un gran hombre que conozco, nada es absoluto. Cada uno avanza con sus propios ritmos de la vida, "aprendiendo a estar bien". Un abrazo, a cada niño y niña, a cada familia que he conocido, que me han enseñado más que cualquier libro podría hacer. Gracias. Ps. Alejandra Cheyre Serrano.
Susan
24/4/2021 07:08:20 pm
Tan acertada como siempre en cada una de tus palabras . Se agradece tanto leer tu columna . Gracias por Ello!!!
María José Cumsille
25/4/2021 09:36:02 am
Excelente reflexión...tan necesaria , acertada y compasiva la mirada desde y hacía tanto los niños como sus cuidadores. Los comentarios están cerrados.
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Abril 2022
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